El proyecto de I+D+i denominado CIRCULAR WETLAND tiene como objetivo solucionar el problema medioambiental que se deriva de la contaminación provocada por la ineficiente gestión de las aguas residuales de la industria agroalimentaria. Actualmente, estas aguas residuales presentan una serie de problemas de gestión y de tratamiento relacionados con el gran volumen generado anualmente y con una amplia gama de contaminantes. Además, su composición heterogénea y su producción estacional limitan su reutilización para determinadas aplicaciones y pueden provocar problemas de contaminación derivado del vertido incontrolado de efluentes.

El proyecto se centra en la gestión del agua en la industria agroalimentaria, uno de los sectores económicos más importantes en nuestra región, Castilla-La Mancha. Por tanto, su gestión es uno de los retos ambientales a los que se enfrenta el sector por varios motivos:

a) Generación de un volumen de hasta el 80-90% del agua de entrada: Sólo en Castilla-La Mancha se producen 5,7 millones de m3/año de aguas residuales de destilación de alcohol, aguas contaminadas de bodegas y aguas de lavado de producción de aceituna y aceite.

b) Elevada carga de materia orgánica y características físico-químicas muy variables.

c) La escasez de agua será un factor limitante para la producción de alimentos. Las previsiones indican que en los próximos 20 años la demanda aumentará un 40% y la extracción de agua dulce puede superar la renovación natural en un 60%.

Los tratamientos convencionales de estos efluentes residuales son aplicaciones agrícolas o depósitos en balsas de evaporación, que tienen impactos ambientales en el suelo y en las aguas subterráneas, también producen olores desagradables y emisiones de gases de efecto invernadero. Además, cabe destacar que la aplicación en agricultura de residuos está limitada por la normativa de la Unión Europea (Directivas Marco del Agua y Directivas de Nitratos). Actualmente, la recuperación y el tratamiento de las aguas residuales de la industria agroalimentaria es un tema de debate y las legislaciones nacionales de los Estados miembros de la Unión Europea son bastante desiguales. A esto hay que añadir que los tratamientos de depuración convencionales son muy caros e implican grandes inversiones y elevados costes de mantenimiento.

En este sentido, el proyecto CIRCULAR WETLAND propone probar un sistema de depuración económico/eficiente basado en humedales artificiales, que imita los sistemas naturales. La eliminación de sustancias contaminantes se produce a través de una serie de procesos fisicoquímicos y biológicos mediante la interacción del agua residual a depurar con los microorganismos y la vegetación, y con el medio físico. El proyecto construirá un humedal artificial a escala piloto versátil, que puede servir como banco de pruebas para diferentes aguas residuales industriales.

La perspectiva de la economía circular es inherente al proyecto. Por tanto, el agua depurada podrá reutilizarse en otros sectores, principalmente para fines agrícolas. La reutilización del agua depurada puede contribuir a la supervivencia de un sector agrícola tan importante en las regiones mediterráneas, que son las más afectadas por los impactos del cambio climático y la disminución de las precipitaciones.

Se prestará especial atención a los materiales de desecho o subproductos generados para dar una solución integral que contemple todas las etapas de la producción agroalimentaria. Con esta configuración circular, el Proyecto dará respuesta a grandes cuestiones del sector agroalimentario:

– Cómo abordar el tratamiento del agua para hacerlo económica y técnicamente viable.

– Cómo conseguir un grado de calidad del agua tratada que permita su reutilización.

– Cómo integrar una perspectiva circular en el sector de la gestión de residuos.